Pensar en digital, más que una estrategia y un nuevo modo de alcanzar nuestros objetivos, es un deber, una obligación con nuestra empresa, y pensar en la generación de nuestra estrategia de marketing digital es una labor a la que debemos dedicarle tiempo, y más tiempo, con el propósito de trazar el camino que mejor nos convenga.
En caso de que haya dudas sobre la necesidad de pensar en la web, no está de más decir que el mundo digital está creciendo de manera vertiginosa, y muchos de nuestros clientes y prospectos interactúan a diario en la web. Así que si no vamos por ellos, otro lo hará. Es claro lo que vendrá a continuación a causa de nuestro rezago.
Es quizá una pregunta que a muchos nos inquieta, pues en algunas ocasiones sabemos en qué lugar estamos pero no identificamos el punto al cual queremos llegar, o viceversa. Sin embargo, debemos establecer algunos parámetros, por ejemplo, identificar nuestra necesidad o lo que queremos obtener, por esta vez en a corto plazo, pues es así como podremos ver resultados y continuar con nuestro proceso. O, si disponemos de un presupuesto considerable, también podemos pensar en una campaña con objetivos a largo plazo. Todo depende de nuestra necesidad.
Por esta vez vamos a pensar que somos una empresa que necesita resultados a corto plazo, es quizá esto lo único que tiene claro y definido hasta el momento. El siguiente paso es identificar la manera más eficaz de llegar a nuestro público, para ello tenemos que definir nuestro objetivo, que el que nos va a ayudar e nuestro camino hacia nuestra primera campaña.
Es claro que al implementar nuestra estrategia, lo que buscamos es llegar a nuestro público y que este haga alguna acción determinada que nos beneficie, pero, también es bueno pensar en cuál va a ser su recompensa en contrapartida. Es más fácil persuadir a alguien cuando le hacemos una oferta y esta tiene algo bueno que ofrecer a cambio, así que desarrollar un plan de recompensas puede ser una buena alternativa.
Con respecto a nuestro objetivo, es necesario ser claros en cuanto a tiempo de ejecución, que sea aterrizado, específico, medible y alcanzable. Si no podemos asegurarnos de que nuestro objetivo cuente con estas características, es porque está mal, así que es necesario replantearlo hasta que podamos dar en el blanco.
De hecho son varios pasos a seguir, entre los cuales está el identificar los canales digitales que vamos a implementar. Para ello es necesario ver qué está haciendo la competencia y de qué forma, asó podremos mejorar nuestras acciones y no caer en los mismos errores.
Una vez identificados los canales que vamos a usar, debemos establecer el tono comunicativo con el cual nos vamos a caracterizar, y un punto muy importante, la inversión en cuanto a pauta digital se refiere para poder obtener el alcance que deseamos.
¡Es la etapa en la que damos inicio a la implementación de la estrategia! Donde desarrollamos las actividades trazadas con miras a cumplir con nuestro objetivo propuesto.
No debemos pasar por alto que es necesario medir cada uno de los resultados que vamos obteniendo, pues en caso de dar un paso el falso, tener la oportunidad de replantear la forma como estamos desarrollando nuestras acciones.
Así, al final de nuestra estrategia, también podremos evaluar los resultados obtenidos, y si los resultados obtenidos fueron los que se esperaban, podemos volver a implementar nuestra estrategia de marketing digital y transversal a ella otra de apoyo. Para nadie es un secreto que, lo que funciona, no se cambia, sólo lo optimizamos.
