El diseño de imagen corporativa de nuestra empresa, organización o marca, no se limita a una simple representación gráfica pues, si desglosamos la frase, en dicho contexto la mera palabra “imagen” hace alusión a la “asociación e imagen mental” que el individuo se hace en su subconsciente en el preciso momento en que percibe algo relacionado con nuestra propuesta comercial y de valor.
En este sentido, hay que tener muy en cuenta que lo más importante para nosotros en este aspecto es lograr que nuestro público pueda recordar y grabarse nuestra imagen, que se apropie y la sienta como suya.
Es importante tener en cuenta lo anterior por lo siguiente: en el mercado actual ya no se habla de creación o invención, ahora todo se resume a la innovación, y esto se logra solamente dándole un valor, un atributo o característica a nuestro producto, marca, negocio u organización, que no tenga ningún otro de los que pertenecen a nuestro campo. Éste atributo o valor agregado (Plusvalía), es el que logra captar la atención del público, fidelizándolo y convirtiéndolo en prosumidor (Prosumer), que hable bien de nuestra marca, producto, servicio u organización, a los demás, de una forma tan apropiada que la sienta como suya.
En términos generales, una definición apropiada para dar cuenta de lo que es imagen corporativa y la forma como es percibida, podría ser la siguiente: “La imagen es el conjunto de creencias y asociaciones que poseen los públicos que reciben comunicaciones directas o indirectas de personas, productos, servicios, marcas, empresas o instituciones. La imagen es una representación y virtual. Es una toma de posición emotiva. Puede haber caso en que una razón lógica y material haya articulado una imagen positiva o negativa, pero esta razón se transforma en todos los casos en creencias y asociaciones; y la imagen es siempre un hecho emocional”. Klaus Schmidt. 1995
Las sensaciones que debemos generar en nuestro Target Group (mercado objetivo), entre más ligadas estén a la parte emocional/sentimental, mejores resultados obtendremos, y esto se puede lograr si integramos un par de elementos sencillos:
Diseño de imagen corporativa (logotipo o representación gráfica): este debe ser amigable, que inspire confianza y genere seguridad en la primera impresión (pues no sabremos si tendremos otra oportunidad de recuperar la confianza, así que la primera impresión es importante para nosotros). El logotipo debe contar con los colores representativos de nuestra marca, organización, empresa… entre otros, con símbolos que hagan a lución a los valores que nos distinguen y que los resultados puedan ser percibidos a simple vista (para ello es necesario que no sea nada abstracto, la idea no es que sólo nosotros lo podamos entender, sino que todos lo puedan entender lo que queremos transmitir).
La propuesta de valor: La propuesta de valor o Plusvalía es, en efecto, el valor que le atribuimos a nuestra marca, producto, servicio, empresa u organización. El propósito es que esta sea más humana, así habrá más cercanía con el público puesto que la percibirán, no como un objeto, sino que les genera emociones y sentimientos que no encuentren en ningún otro genérico similar al nuestro.
Son dos pequeños aspectos que si los tenemos en cuenta notaremos una gran diferencia, y eso es precisamente lo que buscamos al momento de salir al mercado, hacer la diferencia y marcar la pauta con las mejoras e innovaciones en nuestra marca, productos o servicios.
Invertir en la creación de nuestra imagen corporativa debe ser una prioridad, de ello dependerá gran parte de nuestro éxito en el presente y el desarrollo a futuro de nuestra organización.